Superluna

Las formas escultóricas y originales con un estilo distintivo de los años setenta dan vida a un proyecto de diseño en el que coexisten la elegancia, la innovación formal y la máxima comodidad.

El diseño de los respaldos y los reposabrazos, poéticamente evocador de una fase lunar, se convierte en el leitmotif estilístico del sistema: sus formas, junto con los cojines del asiento y las topas de mármol o madera, se acomodan y se ocultan parcialmente en la base tapizada que descansa en las Marco de metal cromado flotante.

Supermoon fue creada como una pieza nómada independiente, pero que es capaz de multiplicarse y evolucionar para convertirse en un verdadero sistema modular: un mueble que, gracias a sus líneas de plástico y su personalidad distinta, disfruta de una vida propia como un elemento de sala monolítica , pero también es capaz de desarrollarse en configuraciones flexibles. Cuando se colocan uno al lado del otro, los módulos se destacan más como una agregación de elementos individuales que como un sistema distinto: se unen cepillándose unos contra otros, creando una doble abierta en la base que, con una geometría decorativa, resalta los límites de cada elemento.

Además de los elementos finales y centrales, los sofás y los longitudes de la chaise, también hay mesas de café ocasionales, bancos y un sillón original con una base lacada capaz de caracterizar espacios con una fuerte identidad.

La libertad de composición de Supermon también subraya su autodeterminación estética, expresando un lenguaje invisible pero consistente y formal.

Supermoon fue creado como una pieza nómada independiente, pero que es capaz de multiplicar y evolucionar para convertirse en un verdadero sistema modular.